-Por la Dra. Miriam N. Juliani –
Demasiada gente, demasiada idea que sigue visualizando al otro, como un adversario al que hay que derrotar a cualquier precio.
Menuda tarea abordar una mesa con anclaje en posiciones, donde el conflicto aparece como algo insoslayable.
Las posiciones se construyen a partir de antecedentes familiares, culturales, sociales, entre otros factores y lejos de creerse “un capricho” las partes las llevan a la mesa como creencias sostenidas a partir de sus propias convicciones.
En ese orden, aparece el mediador como puente o canal preciso para que, a partir de las herramientas de las que se encuentra munido, pueda ayudar a las partes a transitar el proceso de deconstrucción de esas creencias, dando lugar a la conformación de nuevas propuestas y pensamientos traducidos técnicamente en el interés común de ambos.
Las preguntas….aliadas compañeras del mediador formuladas en forma correcta y precisa, serán el perfecto engranaje que ayudaran a crear conciencia y percepción del real “querer” de las partes.
Con las preguntas se obtiene información, se provoca la reflexión y desplazamiento, flexibilizando el esquema inicial del conflicto llevando a las partes a obtener una visión más integradora del propósito inicial y por el cual han acudido a mediación.
Ayudar a que las personas en el ámbito de mediación puedan desarticular visiones preexistentes que por lo general opacan o provocan la nulidad de escucha en el “decir” del otro, es un excelente camino hacia la creación de acuerdos.
Sera la escucha activa con todo lo que ello conlleva….manifestaciones verbales, no verbales, lo corporal, las miradas, los movimientos, el ambiente… quien provoque en el mediador la necesidad de la pregunta.
Las personas hablan, el Mediador escucha y trata de entender el contenido de lo que se dice y como se dice.
Bienvenida entonces la curiosidad que se ponga al escuchar, bienvenido el despojo en la escucha, porque cuanto más despojados estemos, mas neutrales podremos ser.
Como de las posiciones se pase a los intereses dependerá de todas las herramientas puestas por el mediador al servicio de las partes, siendo la escucha activa y por tanto las preguntas las claves que podrán anunciar un acuerdo o la apertura de caminos que permitan llegar a él.
Referencias de la autora:
La Dra. Miriam Noemí Juliani, es abogada, egresada de la Universidad de Morón de Buenos Aires, con título de postgrado en Especialización en Asesoramiento de Empresas de la Universidad Católica Argentina de Buenos Aires. Destaca su actuación en el área del Derecho Civil y Comercial, aplicando la negociación como medio alternativo de resolución de conflictos, poniendo especial énfasis en el enfoque y seguimiento de las propuestas realizadas por las partes para el posterior cierre de acuerdos. Es columnista en varias páginas Web nacionales e internacionales y revistas que plantean temas de Negociación y Resolución de Conflictos para PYMES, y Emprendedores (Ej.: Datos PYMES, Personaría; Female; Revista Consensos, Pórtico Legal, de Gerencia.com, etc.). Recientemente ha homologado su título de abogada ante el Ministerio de Educación de España, lo que le ha permitido graduarse como Mediadora Civil y Mercantil con especialización en Mediación Intercultural.
